miércoles, 24 de febrero de 2010

Yo nena, vos nene




Tres días después de nuestro primer beso, salíamos con mis amigas Pato y Noemí del cole por la puerta de adelante unos minutos más tarde que el resto de las chicas. Siempre salíamos con todas por la puerta del costado, pero esa vez no.

Al llegar a la vereda había un revuelo de jumpers, las chicas rodeaban "algo". Empezaron a gritarme como desaforadas (si nunca fueron a un colegio de monjas, las chicas todo lo hacen desaforadamente con respecto a los chicos, jaja!):

- Ese es Martín?!?
- Alguien te está esperando!!!
- Mar, mirá quién vino!!
- Es re lindo!!!
- No tiene un hermano?!?!

Qué verguenza!! Lo que las chicas rodeaban era a Martín que me había ido a buscar de sorpresa. Juro que lo rodeaban, no exagero, ese es un momento que no olvido por lo papelonero que fué. Estaban todas histéricas, exitadísimas y a los gritos. Chicas de mi curso, chicas de otros cursos, chicas que daban la impresión de no haber visto un hombre en sus vidas!!

Me acerqué a la vista de todas y Martín me zampó un beso. Roja, bordó, de todos colores. Claro que más allá de estar rodeados por las chicas, no podíamos besarnos mucho porque una de las "normas" del colegio de monjas es que no se puede estar con un chico a menos de 300 metros del establecimiento (norma que rompí en más de una oportunidad, claro está).

Al otro día apenas me vieron mis compañeras, corrieron a preguntarme:
- Cómo se llama?!?
- Cuántos años tiene?!?
- Hace cuánto salen?!?
- Te viene a buscar hoy?!?

Uf. Pueden ser una pesadilla.

Esos dias nos seguimos viendo, me iba a buscar a Inglés, nos veíamos en la iglesia, era todo muy idílico. Claro que llegó un momento en que Martín quería al menos "ver", pero yo no le quería "mostrar". Cuando nos veíamos después del colegio, tenía que ingeniármelas para dejar la pollera de mi jumper en su lugar y para que no espiara por encima de la camisa. Además, quería que yo también "tocara", jaja, estaba hirviendo ese chico!! Yo hasta ese momento nunca había tocado nada, ni dejado que miraran, ni nada más allá de un beso!!!

Y llegó el momento, lo recuerdo como si lo tuviera enfrente... en la esquina de mi casa, me pidió "mirar" y acepté. Estiré el cuello de mi camisa, miró y tuvo una erección... la cual me rogó que tocara, jajaja!! Después de mucho negarme, me compadecí del pobre chico y con lástima y horror lo toqué. Todo por encima del pantalón, ni loca te toco "eso"!!! Jajaja!! Pero no hice nada más que tocarlo, así, como de raje y para salir del paso, medio con asquito. El resto que lo hiciera él solito... yo no tenía idea de qué era lo que hacían los chicos cuando "eso" estaba así!

Y tampoco lo averigué hasta mucho tiempo después ;)
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