viernes, 22 de enero de 2010



El Sábado llegó la fiesta de Pentecostés y con ella reunión social en la iglesia. En un momento Martín me apartó del grupo y me dijo que me iba a pasar a buscar al otro día a las 18hs para hablar tranquis. Esa noche los chicos se iban a bailar, pero yo tenía una fiesta familiar, así que no pude ir, además, claro, del pequeñísimo detalle de que mi vieja no me dejaba ir a bailar hasta que cumpliera los 15.

El Domingo nos fuimos a la casa de mi tío y volvimos a las 17.45hs para esperarlo. Estaba en estado de histeria. Llovia mucho. Se hicieron las 18hs, las 19hs, y Martín no llegaba. A las 19.30hs, cansada y desilusionada me fuí a la casa de Andrea para que vayamos a misa (leo mi agenda y no puedo creer la cantidad de veces que fuí a misa!). Cuando llegamos a la iglesia estaba el autor de mis dolores de estómago, de mi desilusión, totalmente empapado con cara de pollito mojado.

Martín había ido hasta mi casa, pero al ver al sereno en la puerta del edificio, creyó que era mi papá y no se animó a tocar timbre. He de decir que mi viejo tiene cara de muy pocos amigos, y siempre fue un espantanovios, pero nada más lejos de él, la realidad es que mi viejo no se metía en esas cosas, la espantanovios era mi vieja (y lo sigue siendo, jaja!). Todos, incluyendo amigos, cuando recién lo ven a mi viejo tienen "miedo", pero cuando llegan a conocerlo lo adoran. Así que Martín, al ver al sereno y confundirlo con mi viejo, salió huyendo. Como no sabía cómo hacer, se fue a la casa de una amiga en común, Valeria, y juntos volvieron hasta mi casa, pero claro, yo ya me había ido a buscar a Andrea.

Esa noche arreglamos todo el grupo para ir por ahí, sin rumbo fijo. El obstáculo mayor fue convencer a mi vieja de que me dejara salir, pero entre todas las chicas la convencimos. Los chicos se quedaron afuera esperando. Claro que el precio a pagar por salir era llevar a mi prima de vigilante, porque en esos momentos mi prima no era más que eso: iba conmigo para "vigilarme", y creo que a la mocosa le encantaba su papel.

Fuimos a cenar a la casa de Valeria y Pablo (eran hermanos, yo fui a la primaria con Pablo) y lo poco que pude comer me cayó mal, estaba en plena crisis, esa noche salíamos con Martín y era obvio que "algo" iba a pasar.

Pasaron los chicos a buscarnos y fuimos a caminar por Libertador (una Avenida), estábamos haciendo nada frente a una estación de servicio cuando se acerca un policía y nos pide los documentos. Ninguna de las chicas lo teníamos, sólo los varones. Nos dejó andar deambulando hasta las 00hs, y como ya eran las 23.30hs, decidimos irnos al centro para seguir la joda sin policias "mala onda", jaja!

Los chicos compraron una pizza y fuimos frente al obelisco, en la placita. Con Martín estábamos muy juntos, pero no pasaba nada. Él insistía en que me sentara a upa de él, pero yo no quería, hasta que en un momento de distracción me levantó y me sentó sobre sus piernas, claro que me bajé como si fuera el mismísimo demonio, qué se había creído este chico!

A la vuelta en colectivo había un solo asiento disponible y... bueno, sí, me senté a upa. Cuando el tipo de al lado se levantó, Martín se corrió y me apoyé en su hombro, gesto va, gesto viene, terminamos apretando (porque en esa época se decía "apretar", jaja!).

Punto para el cazador... ya tenía a su presa entre sus brazos.


*

4 comentarios:

Cris dijo...

que lindo apretar....
y sentarse upaa..

Mar dijo...

Cris:
Aaaahhhh (suspiro), sisisi! Muy lindo!

Solo *AnDy* dijo...

No se decìa "tranzar" ? jajajaja.... igual està bueno porque es lo mismo.. y son las primeras veces.. y la adrenalina està a full !! Tendrìa que tenerla otra vez... y si como carne de cerdo?.. Mmm... voy a ver que onda! jajajajajaa

Mar dijo...

An:
Pero no te hagas la pendeja, jaja! Sí, al menos acá se decía "apretar", "tranzar" vino después.
Siiii, la adrenalina a full, las mariposas en el estómago, que nerviosismo y ansiedad!! Esos besos son el mundo!
Jajaja, comé carne de cerdo, total, con probar... aunque de quien viene el consejo, por dios, qué horror!
Besotes!