viernes, 8 de enero de 2010

Cambios




A ver, excepto por mi hermana, fui la única "nena" siempre. Estoy rodeada de primos, los que a su vez en general tienen amigos varones. Eso hizo que mi vida entre los hombres se diera naturalmente. Todo esto sumado a que mi hermana por su enfermedad no interactuaba, y que con las mujeres no solía tener buena relación por ser "rara". Hagan de cuenta que casi casi era un pibe más.

Claro que tenía ciertas ventajas por ser niña, me daba cuenta. Por ejemplo en una pelea, retaban a los varones por pelearse conmigo... pasa que no veían cuando me trepaba con uñas y dientes a la espalda de alguno de mis primos, o les propinaba reverendas patadas o cuasi piñas. No era cuestión de quedarme llorando en un rincón, arremetía con todo, quería sangreeee!!

Jugaba a la pelota tan bien como cualquiera de ellos, en la primaria me solían elegir entre los primeros. Mi terror de que la pelota me pegara era tan grande, y aún lo es, que asombrosamente jugaba bien. No me ponían de arquera, porque si la pelota iba hacia un lado yo iba hacia el otro, pero me ponían de defensa (creo que es ese el puesto) y ni pregunten cómo, seguía el movimiento de la pelota y la frenaba con mi cuerpo con un grito de terror antes que fuera gol. El arquero estaba tranquilo conmigo. Eso sí... si tenía que quebrarte una pierna, te la quebraba, jaja! Y era espectacular en el quemado por lo mismo. La pelota en una dirección y yo en otra.

Pescaba, jugaba al fútbol, me trepaba cual mono por cualquier lado, te cagaba a piñas... no era machona, siempre mantenía mi aire de nena, pero estaba lista para lo que las circunstancias varoniles dictaminaran.

Irme a pescar en carpa era una de mis actividades favoritas. Nos íbamos al Paranasito, a cualquier lugar que hubiera peces, mosquitos y naturaleza. Cuando no iba mi mamá con nosotros, éramos mi viejo, mis primos, mis tíos y yo. Me gustaba más que no fuera mi mamá, me sentía mucho más libre.

Recuerdo la primera vez que así, de la nada misma, mi viejo organizó un campamento y no me quiso llevar. Qué berrinche armé!! Claro, siempre yendo con mi viejo a todos lados, y de repente zas! no vas... enloqueciste, viejo! No entendía porqué de un día para otro no quiso que fuera. Iban los mismos de siempre, todos hombres... y yo?? No había forma de hacerlo cambiar de opinión, me decía cosas como:

- Pero si tenés que ir al baño, dónde vas a ir?
- Donde fui toda la vida, a los yuyos!!
- Pero somos todos hombres, carajo!!!
- Siempre son todos hombres y yoooo!!!

La nena cambiaba, mi cuerpo cambiaba, y mi viejo se daba cuenta pero yo no. Claro, no era lo mismo cambiarme de ropa en una carpa con hombres por más primos que fueran, dormir entre hombres y hacer vida de hombres. Para mí no había diferencia, para él sí.
Ese fue uno de los grandes dolores de mi vida, que mi viejo me hiciera a un lado por ser mujer, siendo que siempre fui su gran compañera.
Odié ser mujer, odiaba que hicieran diferencias, odiaba crecer y que se dieran cuenta. Yo era uno más, siempre lo había sido...

Mis amigos muchas veces se dieron cuenta que yo no era como las demás chicas, delante mío se puede hablar de cualquier tema de hombres, no me espanto. Muchos de mis amigos me consideraban un "amigo" también, pero no por comportarme como un tipo, sino por lo que ya dije. Y siempre recurrieron a mí en temas amorosos, sexuales, etc. Pueden hablar con todas las palabras, no tienen que hacer esfuerzos para controlarse. Me siento a la par de ellos, pero manteniendo mi femineidad.

Así es como mi relación con los hombres empezó a cambiar y no tanto, así es como me fui dando cuenta que el ser mujer también tiene sus ventajas, que la vida no era tan injusta como me parecía, y que ahora tenía otro poder con los hombres. Poder que fuí perfeccionando a través de los años...

Claro que aquella vez fuí de campamento, creían que no? ;)


*

8 comentarios:

Cris dijo...

Una vez más sosías nuestras vidas tienen características similares, la amistad con los hombres por ejemplo, siempre la tuve, y aunque no era de jugar al fútbol, ni nada de eso, siempre se me acercaron para contarme secretos y hablar sin pelos en la lengua, hasta el día de hoy, sin embargo en la adolescencia no me fue tan fácil entablar amistad con las mujeres, o estás de un lado o del otro... más o menos es así la cosa.
Beso loka

Solo *AnDy* dijo...

Porfiada resultó Laurita, al final se salió con la suya.

Claro que tu viejo no estaba herrado, quizás vos todavía no te habías dado cuenta de que estabas creciendo.

Te quiero.
Besos.

Mar dijo...

Cris:
Es verdad, se siente como que estás de un lado o del otro, y si te juntás mucho con los chicos, a las mujeres no les gusta ni un poquito. Envidia, pura envidia, jaja! =P
Besote hermosa!

Mar dijo...

An:
Ha visto? En general me he salido con la mía!
No, no estaba errado, pero yo no lo veía, y fue como un sopapo darme cuenta, te juro.
También Te Quiero!
Besote!

Paula dijo...

Amiga, jajaaja, nuestra infancia nos diferencia!!!
Mientras se peleaban por tenerte en los equipos, en mi caso, se peleaban por no tenerme!!!!!
Eras re tremenda!!!! No puedo creer que “quebraras” si era necesario, jajajaja!!!
Con respecto a tu viejo, al campamento y a la restricción que te puso, lo entiendo. Pero lo hago con la mirada de aquellos años, porque antes eran más retros.
Y sí, sheeeegua, creí que no habías ido, jajajaajaja!!!!
Así que descubriste el poder que se tiene sobre “ellos”!!!! A verrrrrrrr!!!!

Besote enorme, te quiero muchoooooooo!!!

Mar dijo...

Pau:
Obbbvio, era terrible! Ahí perdía todos los modales de nena, en la cancha, jaja! Es que si los chicos me elegían, tenía que demostrarles que valía la pena, che!! Ellos confiaban en mí, jajaja!
Jaaaaaa!! Cómo no iba a ir, Paus?? Estás loca? Mirá si un par de tetas me iban a frenar, jajaja!
Dale, no te hagas, que todas sabemos sobre ese poder, cuando lo descubrimos es asombroso! ;)
Besote!! También Te Quiero!!!

Solo *AnDy* dijo...

Ohhh, Pau!!!, tocamos en la misma bandaaa!!!!!! jauajaaujajajaajaja

Mar dijo...

An:
Qué es eso de la "misma banda"??? Pienso y pienso y no lo saco!!!!