jueves, 7 de enero de 2010

Pato




En Mayo volvimos a Entre Ríos, y además de mis viejos, fueron mi tío Miguel, mi primo Nico y Coco, el papá de Marcelo, sin Marcelo.
A menos que fuera en vacaciones, íbamos por 2 ó 3 días, aprovechando algún feriado.
Allá tengo varios tíos y un primo, además de mi abuela y mi abuelo vivo en aquel entonces.
Mi primo de allá, José, es medio pariente de todo el mundo por parte de su padre. Él andaba siempre con otros dos chicos, de uno no me acuerdo el nombre y al otro le decían "Coché" o "Pato", lo que viniera en gana primero.

Jugábamos a las cartas, hipnotizábamos pollitos, jaja, cualquier cosa nos entretenía, en el campo no había tele, era vida salvaje al aire libre.
Al segundo día mis viejos se fueron al pueblo y con Pato nos quedamos hablando. Pato me hacía caras, boludeces, qué se yo. Y ese día se me tiró un lance indirectamente. Mi poca experiencia en hombres hacía que dudara, el retruque todavía no estaba instalado en mí como años después, la seducción mucho menos. Era todo novedoso. Y los chicos de allá no se manejan de la misma forma que los de acá, por eso me costaba aún más entender las directas, indirectas o lo que sea.

Mi cabeza andaba pululando en Martín, pero a 400 kilómetros de distancia todo se vuelve borroso, como varias veces me pasó. Además, no estaba con nadie en realidad, con lo cual, no veía el impedimento para divertirme en Entre Ríos.

El tercer día pegamos la vuelta. Ya nos habíamos despedido de todos, pero faltaba alguien. Subimos con Nico a la caja de la camioneta, nos acomodamos en el lugar donde semanas antes había dejado atrás los juegos inocentes y arrancamos viaje. Estábamos saliendo del campo de mis abuelos y paramos la marcha. Mi tío bajó y abrió la parte de atrás, donde estábamos nosotros, me dijo unas palabras que no logré descifrar...

- Qué?
- Mirá quién viene allá.

Miré para adelante y lo ví. Venía caminando tranquilamente, saludó a Coco, a mi tío y vino para la parte de atrás...

- Cuándo volvés?
- En Diciembre.
- Te voy a estar esperando.

Y con un beso se despidió.
Me fuí con una sonrisa en la cara... pero para Diciembre faltaba demasiado tiempo, y 400 kilómetros es mucha distancia...


*

4 comentarios:

Cris dijo...

Esas simples palabras causan estragos en la vida de una adolescente abierta al amor.
Me imagino que durante meses esperaste el momento....

Mar dijo...

Durante meses esperé ese momento, entretenida en otras cosas, jaja!
Si cuando digo que era terrible, créanme!! :D

Besotes!

Solo *AnDy* dijo...

Y si.. en al campo somos distintos jajaja.. màs lentos? .
que lindas emociones las primeras
Besotes nena!!!

Mar dijo...

An:
Sí, son un poco más lentos, pero además de eso, son distintos en la conquista, jaja!
No sabés cómo me está costando recordar todo esto!! Hay cosas que no recordaba para nada!
Besotes!